Cómo hacer una cesta de la galleta con el jarabe de maíz
Fabricación de una cesta de galletas es una deliciosa manera de presentar helado casero, natillas, cremas y otros postres. Decorar sus cestas con flores de chocolate elegantes o las hojas de azúcar-hielo para una cena sofisticada, o dejar que los niños se divierten haciendo sus propias canastas en el que poner chocolates y otras golosinas. El jarabe de maíz es la clave de esta receta, ya que le permite moldear su cesta en la forma requerida.
Instrucciones
1 Precalentar el horno a 350 grados Fahrenheit.
2 Cubra una bandeja para hornear grande con papel de aluminio y la grasa con mantequilla.
3 Engrase el exterior y partes inferiores de cuatro pequeñas tazas de crema y acostarse boca abajo, y luego ponerlos a un lado.
4 Derretir la mantequilla al baño María, o al baño maría. Retirar del fuego y añadir el azúcar y el jarabe de maíz, a continuación, agregar la harina.
5 Preparar dos galletas. Drop 2 cdas. de pasta en un extremo de la bandeja de horno y se extendió en un círculo plano. Repetir en el otro extremo. Deje por lo menos 4 pulgadas entre las galletas.
6 Hornear durante ocho a 10 minutos, hasta que estén dorados, retirar del horno y repetir para hacer más galletas.
7 Fresco galletas para dos minutos más o menos en un estante. Deben ser maleable pero lo suficiente para mantener su forma firme.
8 Coloque cada galleta sobre una taza natillas y usar una cuchara de madera para doblar la masa para formar pliegues.
9 Dejar enfriar completamente antes de quitar de las copas y el relleno con frutas, helados u otros dulces deliciosos.
Consejos y advertencias
- Si la masa de galleta se endurece antes de que tenga tiempo para moldearlo, colocarlo en el horno durante un minuto más o menos, pero tenga cuidado de no quemarse.
- Almacenar sus cestas de galletas en un recipiente hermético hasta por una semana o en el congelador durante un máximo de seis meses.
- Comer grandes cantidades de jarabe de maíz induce considerablemente mayor aumento de peso que otros azúcares, según una investigación realizada por el Departamento de Psicología de la Universidad de Princeton y el Instituto de Neurociencias de Princeton y publicado en marzo de 2010 por la revista, "Farmacología, Bioquímica y Comportamiento."