Doberman Pinchers y niños
El doberman, con su reputación como un reloj o un perro de ataque, no es la mejor raza para familias con niños ni tampoco es el peor. Muchos de sus atributos hacen que sea muy adecuado para la protección, pero otros lo hacen adaptable y entrenable que es clave para producir una buena mascota de la familia. Un Doberman bien entrenado es una calma redondeada y buen perro para estar cerca de los niños.
La socialización temprana
Al igual que con la mayoría de las razas, la socialización del Doberman desde una edad temprana es importante. Esto ayuda a que el perro aprenda a no ser agresivo con los extraños, otros perros y, sobre todo, a los niños. Si los niños crecen con el perro cuando es un cachorro y se controla la interacción entre ellos van a estar estrechamente unidos y aprender límites de la conducta. Si los niños vienen a lo largo de más tarde, cuando el perro es más viejo, una fundación temprana de socialización significa que el perro se comporta bien.
Edad ideal
Dobermans no son perros grandes pero son poderosos y no tan tolerante como algunas razas. Debido a esto, los niños pequeños que pueden intentar agarrar al perro, tirando de las orejas o pinchazo en la cara puede estar en riesgo. Los niños mayores que conocen los límites de lo que el perro va a aceptar y lo que pueden hacer son los más adecuados. Además, los niños de más edad tienen menos probabilidades de ser golpeado accidentalmente sobre que los más jóvenes.
Confianza
En la formación de un Doberman, es importante establecer un dominio sobre ellos con confianza. De esta manera el perro respeta el propietario y protege lo que el maestro está muy interesado. Posteriormente, no van a ser agresivos a los miembros más jóvenes de la familia. Puede surgir un problema si los niños tienen miedo del perro, sin embargo, ya que el animal puede tratar de afirmar su dominio sobre ellos.
protectiveness
La mentalidad de manada del Doberman está en sintonía con la de los lobos en que un animal de rango inferior ayuda a proteger a los cachorros. En el caso de una casa de familia, los cachorros son los niños y el perro a veces puede ser más protectora. Los movimientos bruscos hacia un niño por alguien que el perro no sabe bien pueden resultar en un comportamiento agresivo de protección. El juego rudo entre los niños también puede hacer que el perro se convierta en protectora. Este tipo de comportamientos tienen que ser vigilado y desanimado para evitar accidentes.